domingo, 2 de noviembre de 2014

Ahorrar para el mañana

La necesidad del ahorro para el presente y futuro...

Este fin de semana lo hemos vuelto a leer, y en la televisión se repiten los anuncios publicitarios de algún banco que nos lo vuelve a recordar:

      "Necesitamos ahorrar para el futuro",   y también para el presente...

Quizás sea fácil de decir pero no fácil de cumplir, pero no imposible. Los datos publicados por Inverco demuestran un descenso a septiembre  2014 de partícipes en planes de pensiones  a 9,81 millones  , cifra inferior a la de 9,87 millones del año 2006 con respecto a lo partícipes en planes de pensiones. Sin embargo el patrimonio sí ha crecido a septiembre de 2014 hasta los 96.892 millones de euros con respecto a los 81.263 millones de euros de año 2006.

Y no sólo habría que ahorrar para el futuro, también para el presente más cercano; tendríamos que destinar parte de nuestros ingresos al ahorro  y así mantener un "colchón" para posibles imprevistos. 

Ya hemos hablado en alguna que otra ocasión sobre el "recibo del ahorro", ese dinero que destinamos mensualmente a planificar nuestro futuro y presente; al igual que pagamos el recibo del móvil sin más , ¿ por qué no destinar 40€ a nuestro recibo del ahorro ?. Y quien dice 40€, dice 50€, ó lo que nuestra capacidad nos permita.

Pensando en la reforma fiscal que ya se va a aprobar, con la limitación máxima  en aportaciones deducibles a 8.000€  a planes de pensiones y planes de previsión asegurados, y la ventaja de la liquidez a partir de los 10 años de la aportación ,  ¿ por qué no también complementar estas aportaciones con otros productos de ahorro inversión en función de nuestro perfil y adversión al riesgo ?. Alternativas complementarias serían los fondos de inversión, la renta fija, la renta variables, los seguros de ahorro, etc.

Es difícil ahorrar hoy en día, pero y si reflexionaramos sobre todos los pagos que realizamos a lo largo del mes...  ¿ todos son necesarios...?. Una vez leí una reflexión sobre una joven trabajadora que soñaba con viajar a un país lejano pero siempre veía imposible pagar el billete y la estancia de una semana a ese país hasta que un buen  día decidió en vez de salir de cenas con sus amigos  jueves, viernes, sábado y domingo... sólo salir a cenar menos veces y destinar ese dinero a una pequeña hucha en la que se encontró en pocos meses el dinero necesario para ese viaje soñado que tan imposible le parecía alcanzar.

Descubrió que con un poco de esfuerzo y sacrificio lo puedo conseguir.  

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